13 de octubre de 2007

George Bernard Shaw, el irlandés cáustico

El dramaturgo y periodista George Bernard Shaw nació en Dublín en 1856. Perteneciente a una familia de la burguesía protestante irlandesa, empezó a trabajar a los dieciséis años, por lo que tuvo que terminar su formación de manera autodidacta. Cuando sus padres se separaron en 1876, se fue a vivir a Londres con sus hermanas y su madre, que era profesora de música. En los años siguientes trabajó como periodista y crítico teatral y musical para diversos periódicos, al tiempo que publicaba novelas por entregas, aunque sin éxito; sus ingresos eran muy pobres, por lo que vivió en una relativa penuria.
Hacia 1884, tras entrar en contacto con la obra de Marx, se hizo socialista y pasó a formar parte de la Sociedad Fabiana, una organización fundada en Gran Bretaña en 1883 por simpatizantes socialistas, con el objetivo de trabajar en favor de la reforma social y una sociedad más justa, evitando la explotación y la miseria provocadas por el capitalismo, aunque contraria al empleo de métodos revolucionarios. La doctrina marxista se convirtió a partir de entonces en el principal referente de la brillante y ácida crítica social, tanto de sus artículos como de sus obras literarias.
En 1898 contrajo matrimonio con la irlandesa Charlotte Payne-Towshend, que procedía de una familia adinerada. Sus trabajos como crítico teatral en el "Saturday Review" le dieron cierto renombre, gracias a sus críticas a los modos e ideas del teatro victoriano y a su defensa del teatro de Henrik Ibsen; su capacidad como crítico musical se puso asimismo de relieve a través de sus elogiosos análisis de la obra de Richard Wagner.
Por esta época orientó su producción literaria hacia el teatro, género en el que encontraría la mejor fórmula para desarrollar sus intenciones críticas y didácticas, y también el que le reportaría sus mayores éxitos. Su primera obra para la escena, "Casas de viudos" (1892), reflejaba claramente el influjo de Ibsen; en ella resultó evidente la intención pedagógica que guiaría toda la obra de Shaw, cuyas piezas tuvieron siempre una marcada crítica hacia las hipocresías y las injusticias sociales. Lo mismo sucedió con "La profesión de la señora Warren" (1894), donde el mundo de la prostitución le brindó la ocasión para renovar su crítica al capitalismo.
A pesar del tema y la intención de ambas obras, el tratamiento no adoptaba en ningún momento un tono trágico, sino que la trama y las ideas se aderezaban con un humor ácido e incisivo, que sería característico de su extensa obra dramática y gracias al cual logró atraer a sus representaciones teatrales a un amplio público, en su mayor parte procedente de las mismas clases medias que constituían el objeto de sus críticas. George Bernard Shaw, quien ganó el Premio Nobel de Literatura en 1925, fue un hombre brillante, cáustico ("El hecho de que un creyente pueda ser más feliz que un escéptico es tan cierto como decir que el borracho es más feliz que el hombre sobrio"), atípico, pionero, visionario ("La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida por la elección debida a una mayoría incompetente") y muy por delante de su tiempo. Tenía mal genio, no le gustaba fotografiarse, era vegetariano, precursor del nudismo y amaba profundamente a los animales ("Los animales son mis amigos y yo no me como a mis amigos").
Shaw sentía un verdadero horror por el teléfono. Cuando alguien llamaba a su casa, la criada tenía la obligación de contestar: "El señor no responde nunca antes de las seis de la tarde". Si telefoneaban después, la respuesta era: "El señor no responde nunca después de las seis de la tarde". Y si alguien insistía diciendo:"¿A qué hora puedo telefonear?", la invariable respuesta era: "A las seis en punto". Y a esta hora el teléfono estaba descolgado.
Se cuenta que una vez, recibió una carta que contenía una sola palabra: "Imbécil". Entonces comentó: "En mi vida he recibido muchas cartas sin firma, pero ésta es la primera vez que recibo una firma sin carta".
Shaw es la única persona que ha ganado un premio Nobel y un premio Oscar (le fue concedido en la categoría "Mejor guión" por "Pigmalion" en 1938).
Desde 1906 vivió en Shaw's Corner, en el poblado de Ayot St. Lawrence, Hertfordshire, en donde falleció en 1950.